En la América precolonial, las salsas se hacían moliendo semillas de zapallo, de chiles o de tomate. También maní y ji tomate, cebollas silvestres, cacao, hierbas y especias.
En algunas regiones agregaban hongos, algas, miel y frutos del lugar. De aquellas épocas son el pepian o pipian verde o rojo, con semillas de calabaza, de chile, chiles asados al rescoldo -en ceniza caliente- y tomate.
También el guacamole y el mole poblano, una mezcla básica de doce o mas especias y semillas. Con el metate o molcajete -piedra rectangular, de tres patas-, calentándolo sobre las brasas, se trituraban los ingredientes que caían en el tepextatl, una batea que recibía la molienda empujada por el matapil, la mano del mortero.