13 (muy buenas) razones para visitar Veracruz.
El Estado de Veracruz es una de las zonas más sorprendentes de México. Si no se conoce, podría imaginarse que sólo se trata de un puerto enorme en donde sólo hay cargueros entrando y saliendo con mercancía. Sin embargo, es mucho más que eso. Es una mezcla de naturaleza impactante, historia, calidez de habitantes y vientos que despeinan.
1. El centro del puerto de Veracruz es digno de recorrerse a pie para observar el movimiento de los barcos cargueros, pero sobre todo, para entrar al reconocido café que se encuentra en el corazón de la zona, un lugar de tradición en donde se desayuna muy bien y se puede probar uno de los mejores cafés (me atrevo a decir) del mundo.
2. Frente al Puerto se puede visitar un museo interesante no sólo por su historia, sino por su estética: San Juan de Ulúa. Se trata de un fuerte que llegó a acoger a conquistadores españoles, invasores norteamericanos, presos políticos y aun fue sede del gobierno federal cuando Venustiano Carranza estuvo en el poder. Ahora se pueden recorrer pasillos con arcos de piedra, antiguas celdas llenas de secretos y en general magníficas vistas de los alrededores.
3. Lo ideal para conocer más del Estado es contar con un vehículo o rentarlo y, a partir del Puerto, manejar algunas horas para descubrir varios tesoros. Viajando hacia el norte del Estado, te puedes topar con el Museo “El Lencero” en la zona de Xalapa, el cual es una Ex-Hacienda preciosa con cinco siglos de historia, construida por uno de los soldados de Hernán Cortés y que luego pasó por varios dueños, siendo el más afamado el 11 veces Presidente de México Antonio López de Santa Anna. El actual museo tiene jardines inmensos muy bien cuidados, corredores con grandes árboles, largos pasillos con arcos, un pequeño lago, una capilla colonial y cuartos con muebles originales de épocas remotas.
4. Un lugar cercano de vistas impresionantes es Xico, en donde hay cañadas hasta donde los ojos alcanzan, cascadas, flores, árboles y miradores muy altos en puentes dignos de robar un suspiro.
5. A unos minutos se encuentra uno de los llamados “Pueblos Mágicos” de México: Coatepec, situado en el corazón de la zona cafetalera y donde también puede probarse un café y un chocolate deliciosos (acompañados de pan dulce, mejor), en alguno de los pequeños restaurantes que circundan el templo central.
6. Un importante asentamiento totonaca, a unos kilómetros de distancia, fue Zempoala, en donde actualmente pueden visitarse ruinas arqueológicas de profunda riqueza histórica e interactuar con ellas, ya que es posible subirse a algunas de las pirámides.
7. Viajando hacia el sur del Puerto de Veracruz se encuentran otros lugares maravillosos. Para probar mariscos frescos y exquisitos, vale la pena visitar la laguna de Mandinga. Se puede escoger alguna opción de los restaurantes situados con vista a los manglares y pasar una tarde relajada.
8. Si se quiere nadar en aguas tranquilas en una playa concurrida que parece una alberca gigante, hay que visitar Antón Lizardo y disfrutar de la mezcla estimulante para los sentidos que son las corrientes marinas cálidas y frescas que se mezclan y se perciben al introducirse en sus aguas.
9. A 80 kilómetros del puerto está el pueblo de Antigua, punto clave en la historia de la conquista del país, que además de contar con las ruinas de la casa que habitó Hernán Cortés, tiene también diversos locales a las orillas del río, donde se pueden degustar platillos preparados a las brasas, como un pescado cuyo sabor es bien realzado por el toque de la hoja santa o acuyo, una planta muy aromática utilizada en la cocina de la región.
10. En el pueblo de Alvarado tiene fama el lenguaje peculiar de sus habitantes. Se dice que la mayoría utiliza más las palabras altisonantes que cualquier otra. Lo que sí está comprobado es que el pescado fresco preparado en sus pequeños establecimientos es delicioso.
11. Tlacotalpan, que es otro Pueblo Mágico de Veracruz, es famoso por ser la cuna del compositor Agustín Lara e invita a pasar una noche caminando por la plaza y tomar una copa en algún pequeño restaurante en sus portales, mientras se observan los antiguos edificios y templos con moderna iluminación de colores.
12. Eyipantla es una caída de agua espectacular, que impresiona con su fuerte estruendo y brisa que acaricia la piel. Además, se puede encontrar a su lado un pequeño y pintoresco mercado con ropa y artesanías.
13. Uno de los lugares más famosos del Estado es el lago de Catemaco. No sólo es extenso y rico en flora y fauna; también es el lugar por excelencia en donde se pueden encontrar a los chamanes que hacen limpias con diversas técnicas y se accede por agua a la isla de Nanciyaga, un pequeño paraíso ecoturístico en donde se pueden experimentar baños o mascarillas de barro natural, hacer un ritual purificante en temazcal o pasar la noche en una cabaña ecológica. La gran sorpresa gastronómica de ahí es consumir unos pequeños caracoles de agua dulce llamados tegogolos, que la gente de la región transporta en hieleras por los alrededores del lago y son servidos en pequeños vasos acompañados de salsa mexicana, limón, sal y un chile muy picante. Tienen una consistencia firme y un sabor exquisito, difícil de comparar a los caracoles marinos.
Veracruz tiene una amplia gama para el disfrute del visitante, ya sea su espléndida naturaleza, edificios cargados de historia, la música y el baile como el danzón y la bondad de su gente. Además, recorrer Veracruz deja un sabor de boca memorable por su oferta gastronómica.
Por: Ale Arreola
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Fotografía por Luis Valencia