En muchas partes de México, hay un postre muy común en Cuaresma y Semana Santa: las torrejas. Las torrejas son trozos de pan cubiertos de huevo y remojados en un delicioso dulce de piloncillo.
A pesar de que muchos lo consideran un platillo tradicional, este postre tan popular entre los mexicanos es originario de Europa.
Cerca de los años 1300, un cocinero francés de nombre Guillaume Tirel escribió una receta parecida, sólo que él las llamó “tostadas doradas”. Estas tostadas se cocinan de la misma forma que el tradicional postre mexicano: con huevo batido, un sartén caliente y un poco de azúcar. En algunos sitios se conocen como tostadas francesas.
No obstante, las torrejas populares llegaron a México por los españoles quienes, en la época de la Conquista, importaron este delicioso platillo a México.
Ellos ya preparaban las torrejas desde los años 1400 y lo hacían, especialmente, durante Semana Santa. Aún no se sabe bien por qué comían este postre justo en esa época del año, pero hay una teoría al respecto.
Esta teoría dice que las personas preparaban el postre para aprovechar el pan sobrante durante la Cuaresma (como no podían comer carne, no tenían con qué acompañarlo). Sin embargo, existe otra teoría que dice que las monjas empezaron a preparar torrejas para suplir la carne y llenar sus estómagos antes de Semana Santa.
Sea cual sea el motivo, lo cierto es que las torrejas ya se volvieron un platillo tradicional en las mesas mexicanas.
Ingredientes:
Para el almíbar: (En lugar de este almíbar se utiliza en muchos lugares miel de maguey)
- 1 taza de piloncillo o azúcar morena
- 1 1/2 taza de agua
- 2 palitos de canela
- 1 copita de ron o Pisco (opcional)
Para las torrejas:
- 1 pan (tipo baguette)
- 1 taza de leche
- 3 huevos
- Aceite vegetal para freír
- Hojitas de menta
Preparación:
Para hacer el almíbar, combinar el azúcar, agua, y canela en una ollita. Lleva a ebullición a fuego medio, baja un poco el fuego y cocinar hasta que las burbujas se vean un poco densas, alrededor de 10 minutos. Apagar el fuego e incorporar el ron o Pisco (opcional).
El almíbar debe estar a temperatura ambiente para empapar en él las torrejas.
Las torrejas: Cortar el pan en rodajas de unos 2 cms. de grueso. Colocarlas en un recipiente con la leche para que absorban un poco de leche, volteando una vez para que se humedezcan por ambos lados. No permitas que se empapen ni que se pongan blandas.
En un tazón aparte batir los huevos hasta que estén bien espumosos.
En una sartén calienta aceite vegetal.
Sumergir las rodajas de pan en el huevo batido para cubrirlo totalmente. Freirlas en el aceite caliente y voltear cuando estén doradas.
Retirarlas de la sartén y poner en un plato con papel absorbente de cocina, para escurrir el exceso de aceite. Verter en un plato o bandeja y rociar con todo el almíbar. Deja a temperatura ambiente hasta el momento de servir.
Servir las torrejas acompañadas de bastante almíbar.
Tip – Usar pan del día anterior o que ya esté medio duro, para que las torrejas no se deshagan.