Recetas Mexicanas

Tortitas de Santa Clara

Este es uno de los dulces típicos de Puebla que surgieron en las cocinas de conventos de diferentes órdenes. Son una rica tradición que deleita a paladares exigentes.

El estado de Puebla es uno de los estados más ricos y reconocidos por su amplia gama de platillos típicos y claro, no se podía quedar atrás en cuanto a dulces se refiere, y a que cuenta con más de 300 delicias, los cuales fueron creados en su mayoría en la época colonial.

Los dulces típicos de Puebla surgen de la fusión de las culturas árabe, española e indígena.

Tras la llegada de los españoles a México se introdujeron diversos artículos tales como la caña de azúcar, ganado, entre otros. Los dulces típicos poblanos surgieron en los conventos de las diferentes órdenes que existían en Puebla: clarisas, dominicas, carmelitas, etc. El principal motivo por los que surgieron estos dulces en los conventos fue por agradecimiento a sus benefactores y después se dieron cuenta que podían obtener grandes beneficios si los vendían.

Desde esos días hasta la actualidad estos dulces se elaboran de forma artesanal y existe una gran variedad entre los que destacan: Las Tortitas de Santa Clara, los Borrachitos, los Muéganos, el Alfeñique, las Alegrías, los Mazapanes, los Camotes.

Ingredientes:

– ½ taza de agua
– 125 grs. de azúcar glass (impalpable)
– 1/8 de cucharadita de bicarbonato
– 3 Yemas
– 380 grs. de manteca de cerdo
– 750 grs. de harina
– 5 Pliegos de papel de estraza
– Harina para enharinar
– 500 grs. de pepita de calabaza
– 1 Cucharada de ceniza cernida o tequesquite
– 500 grs. de azúcar
– ½ Taza de agua
– ¼ de litro de leche

Preparación

Disuelva el azúcar glass y el bicarbonato con media taza de agua en un tazón; añada la manteca y bata con una cuchara de palo hasta que esté bien acremada. Incorpore la harina y mezcle muy bien con las manos hasta formar una pasta. Enharine un pliego de papel de estraza y coloque sobre él un poco de pasta; cubra con otro pliego de papel enharinado y palotee con mucho cuidado hasta dejar la pasta de medio centímetro de grueso. Retire el papel de encima, corte la pasta con un cortador redondo de 6 cm. de diámetro y despréndala con mucho cuidado para colocarla en latas de horno forradas de papel de estraza.

En la orilla de cada tortilla ponga una tirita de la misma pasta para formar un borde; marque todo el derredor con un tenedor para hacer un diseño de piquitos. Ponga a orear (reposar) las tortitas durante 24 horas y después colóquelas en horno precalentado a 200º C durante 12 a 15 minutos o hasta que estén bien cocidas.

Déjelas enfriar y luego rellénelas. Para hacer el relleno ponga las pepitas a remojar desde la víspera en medio litro de agua mezclada con la ceniza.

Al día siguiente lávelas muy bien y tállelas sobre un metate o piedra para quitarles el pellejito verde; lávelas de nuevo, séquelas con un lienzo y muélalas. Cueza el azúcar en media taza de agua hasta que tome punto de bola dura, que se reconoce cuando al poner un poco de miel en un vaso de agua fría se forma una bolita de consistencia dura. Añada la pepita molida, deje hervir un poco, retire de la lumbre y bata. Cuando se haya enfriado un poco agregue la leche, siga batiendo hasta que esté fría y entonces rellene las tortitas.

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